Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo, MAAC. Guayaquil, Ecuador.
Serie fotografías a color, registros acción performática.
En este trabajo, Misoginia, desarrollo una acción performática, en la que voy creando impresiones de partes de mi cuerpo con pintura roja, sobre distintos tipos de tela blanca de un mismo formato.
Proceso que registro por medio de la fotografía y el video.
La misoginia subyace en las mujeres, como una forma de violencia que nos oprime, desde que tenemos consciencia, con la que caminamos, día a día, soportándola en nuestra memoria y cuerpo; la podemos sentir y resentir a través de nuestras generaciones presentes, pasadas, y resucita en nuestro pulso vital, junto a las vidas de mujeres que estuvieron antes de nosotras, sin posibilidad de tener voz, en silencio.
Así, esta acción la gesté desde un sueño en color rojo, en el cual estaba desbordada de sangre, de mi propia sangre menstrual, fluido y color prohibidos, avergonzados, albergados en el nicho oscuro del pudor, concepto ideado por la moral y las religiones. Ese pudor que ejerce poder sobre los cuerpos de las mujeres desde que comenzamos a tomar consciencia de ellos, ya cosificados, desde antes de nacer, frente al deseo, la violencia y la mirada de otro masculino.
Esta acción se concibe dentro de mis procesos performativos, con un punto de inflexión hacia una nueva libertad, desde un proceso de trabajo que transita desde los envoltorios a este nuevo aparecer de mi cuerpo, en una reconciliación fraterna. Cito un extracto del texto que escribió Romina Galvez, sociología a partir de este trabajo: La performance Misoginia de Gabriela Carmona, desborda simbólicamente como el cuerpo de la mujer es un aparato social que transita a través de manchas de color rojo. El color rojo posee una carga figurativa indiscutible; es color de fuego, vida, de menstruar, de parir, del eros, manifestando la materialización del camino de una mujer que se observa y se autoreconoce.