Mi cuerpo no es un recipiente
Este trabajo lo concibo a partir de la obra original “Sorrow” (Dolor) de Vincent Van Gogh (1882) donde se muestra a una mujer desnuda en actitud de desolación.
Por medio de una acción fotoperformática me sitúo en el lugar de la mujer representada en la obra Sorrow, proponiendo mi propio cuerpo como objeto y lugar simbólico del desamparo.
Representando lo “representado” estableciendo un alcance al propio lenguaje plástico y la posibilidad mimética de lo real, generando un vínculo social al propio referente al momento de sustituirlo simbólicamente, en su carnación y su condición social.
Utilizo el ocultamiento de mí misma como metáfora de experiencias vinculadas a mi biografía, develando mi propia situación marginal como mujer en tanto una condición heredada desde nuestra tradición sociocultural, la flagelación del sistema, la negación de la prostituta.
Denotando el constante hostigamiento sufrido desde niña por el solo hecho de ser mujer y llevar un cuerpo obviado culturalmente como excitable, deseable y penetrable.
La desolación que expresa la imagen original, se trastoca aquí al comparecer mi propio cuerpo expuesto como un continente sígnico del repudio y reproche a la condición de mujer y su apropiación del deseo como propio de lo humano.