Poco a poco me voy acercando a tu rostro pálido, pero no te veo.
Cuando miraste al infinito,
¿qué había cuando cerraste los ojos?, ¿dónde se fue tu alma?
Un anhelo emerge del mar, y me pregunto ¿cómo podemos lidiar con tanto sufrimiento?
Mi cuerpo se entumece, y te miro muchas veces por última vez,
en tu cuerpo ausente.
En mi columna vive el peso del agua derramada de otras vidas,
es mi propia sangre que circula a través de todos mis cuerpos.
(Audio videoperformance, por Gabriela Carmona Slier)